Plantean que la venta de alcohol a menores sea tipificada como corrupción; exigen subirla de 18 a 21 años
La Secretaría de Salud (SSA) planteó elevar de 18 a 21 años la edad mínima para poder comprar alcohol.
Esto debido a que está comprobado científicamente que antes de los 21 años el alcohol impide el pleno desarrollo de la parte frontal del cerebro.
También plantea tipificar su venta a adolescentes como corrupción de menores.
Las dos propuestas de modificación a la Ley General de Salud para reducir el uso nocivo de alcohol, de acuerdo con el comisionado nacional contra las adicciones, Carlos Tena Tamayo, ya fueron enviadas al Congreso.
“Se enfocan a concientizar a la población sobre los daños y riesgos que produce esta práctica entendida como el consumo en exceso, por ejemplo, en mujeres embarazadas, en personas con enfermedades crónicas, en personas que van a conducir vehículos y especialmente en menores de edad, donde el consumo debe de ser nulo”, detalló.
A través de la estrategia contra el alcoholismo y el abuso de bebidas alcohólicas 2011-2012, dijo, se fortalecerá la vigilancia de la no venta de alcohol a menores de edad; se establecerán programas de prevención y detección temprana del consumo nocivo de alcohol en las escuelas y ámbitos laborales, además de que se realizarán intervenciones en unidades de atención primaria y especializadas.
De hecho, la SSA realiza de manera sistemática pruebas entre estudiantes para detectar a aquellos menores que se encuentren en situación de riesgo.
Tras inaugurar la XVII Semana Nacional de Información sobre Alcoholismo Compartiendo Esfuerzos, en la que se instalarán más de cinco mil módulos informativos en el país en instituciones de salud, escuelas, lugares públicos y restringidos como los centros penitenciarios, el secretario de Salud, Salomón Chertorivski explicó que se ha capacitado a algunos maestros para realizar una serie de preguntas a niños y jóvenes, con lo que son capaces de encontrar si tienen conductas que los puedan llevar a padecer alguna adicción.
“De ser así, se canaliza al Centro Nueva Vida para que se le haga una evaluación y a partir de esta evaluación se determina si se requiere una consultoría nada más, e ir vigilando el proceso, trabajo y evolución del niño o si se requiere hacer una evaluación de terapia ambulatoria, es decir, que el niño tenga que acudir de manera rutinaria a terapias breves, o si bien, como lo requiere alrededor de cinco por ciento de las personas que padecen algún problema, sí requieren un internamiento de más tiempo”, detalló.
Se estima que 27 millones de personas en el país beben con un patrón riesgo, pues consumen más de cinco copas por ocasión, 9% tienen entre 12 y 17 años.
Mientras que cuatro millones de mexicanos más ya tienen un problema de alcoholismo.
De acuerdo con las autoridades de salud este problema afecta cada vez más a personas a edades más tempranas y de manera creciente también a la población femenina.
Como ejemplo, cabe señalar, que tan sólo en seis años el número de niñas entre 12 y 17 años que consumen alcohol en grandes cantidades en nuestro país se duplicó al pasar de 3.4 a 7.1 por ciento, lo que significa que en México hay 285 mil bebedoras de alto riesgo.
Lo peor es que el consumo excesivo de alcohol lleva siempre a desenlaces trágicos: ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de la carga mundial de morbilidad y el primero en las Américas. De igual forma, está relacionado con problemas graves de índole social y del desarrollo, en particular, la violencia, el descuido, el maltrato a los menores y el ausentismo laboral.
“Esta adicción lastima a las familias y a la sociedad por los problemas de violencia, maltrato, impacto económico, accidentes y hechos delictivos. El consumo inmoderado del alcohol contribuye también al incremento en el número de muertes prematuras”, advirtió Chertorivski.
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