Las periodistas Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga fueron asesinadas y sus cadáveres aparecieron desnudos atados de pies y manos en Iztapalapa, informaron el jueves La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y la revista Contralínea, para la cual trabajaba una de ellas.
Los "cuerpos fueron hallados en un parque de la demarcación Iztapalapa", señaló la revista Contralínea, de la cual Yarce había sido fundadora, en un texto divulgado a través de su página web. Yarce Viveros, fundadora y reportera de Contralínea, se encontraba al frente del área de Relaciones Públicas de la revista semanal.
Rocío González Trápaga, ex reportera de Televisa, actualmente ejercía el periodismo de manera independiente", añadió el comunicado.
Los cuerpos de las dos mujeres de unos 45 años "fueron hallados esta mañana y por la tarde se confirmó su identidad", señaló un funcionario a la AFP telefónicamente, sin dar más detalles.
"Estamos esperando las investigaciones" señaló Miguel Badillo, director de Contralínea, a Radio Fórmula, en declaraciones en las que indicó que las dos mujeres aparecieron asfixiadas, y que sus cuerpos estaban desnudos y atados de pies y manos.
"Desaparecieron desde anoche, cuando salieron de la oficina a las diez de la noche, no supimos nada más hasta que nos encontramos con esta terrible noticia", agregó el director de la revista semanal especializada en periodismo de investigación y denuncia.
Al menos otros seis periodistas fueron asesinados en México en lo que va de este año, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington, que ha formulado reiterados pedidos a las autoridades mexicanas para que investiguen los crímenes y eviten la impunidad.
En un informe entregado en junio en Ginebra el relator de la ONU para la libertad de opinión y expresión Frank La Rue catalogó a México como el país de América más peligroso para los periodistas, con 66 periodistas asesinados entre 2000 y 2010.
La semana pasada Humberto Millán, director del diario digital "A Discusión" fue secuestrado y apareció muerto en la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, y considerado un feudo del capo del narcotráfico Joaquín "El Chapo" Guzmán.
A fines de julio, Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de asuntos policíacos del diario Notiver en el puerto de Veracruz, apareció degollada tras ser secuestrada.
Otro periodista de ese mismo diario Miguel Ángel López, editor policial, fue asesinado en junio con su esposa y un hijo de 21 años, también fotógrafo de prensa en el mismo puerto.