El activista declaró que el autoritarismo tiene un rostro más brutal, el militarismo. Y pidió que se demuestre que el Estado prefiere la “prevención y no la represión”. Llamó a una movilización nacional el 31 de octubre.
Al hablar sobre el primer asesinado del movimiento, comunero Pedro Leyva, Javier Sicilia dijo que “lo mandaron matar”, ya que no era posible que su primo por efectos del alcohol, sino que hay intereses de por medio. “Es su lugar de origen presidente, usted conoce”; dijo Sicilia.
El activista aclaró que éste tipo de víctimas corresponde no sólo a las de la violencia, sino a las estructurales, pues en las comunidades indígenas no se puede hablar de un rompimiento del tejido social.
“Ahora cada vez somos más víctimas, no sólo del crimen organizado, sino también de las políticas económicas”, expresó Sicilia a nombre de los habitantes de Xayakalan, lugar donde fue asesinado el comunero.
Indicó que los habitantes rurales pelean por su derecho básico al agua, a la naturaleza y la vida, por lo que el reclamo es el mismo entre los habitantes de Morelos, Michoacán y Guerrero. Después de eso Javier Sicilia le solicitó al presidente recibiera personalmente las peticiones indígenas de protección a sus comunidades.
Sicilia indicó que las bajas colaterales tienen nombre e historia, que no son cifras y que la estrategia de guerra ha traído más dolor y no ha logrado construir la paz. El poeta aseguró que a tres meses de la primera reunión se han conseguido algunos avances, sin embargo, el Estado aún tiene deudas con las víctimas porque no se ha logrado llevar justicia.
“La única justicia que se ha hecho es con mi hijo Juan francisco y sus amigos, los casos permanecen sin avance”, indicó el activista. Por lo que aseguró que las víctimas no sólo son producto del crimen, sino también del abuso del poder.
Pidió la creación de la Procuraduría Social para la atención de las Víctimas de la Inseguridad y el Abuso del Poder, que debe ir de la mano con una Ley de Seguridad Humana.
El activista dijo que el darle facultades a las fuerzas armadas debe hacerse definiendo el tiempo y forma de su acción, pues de lo contrario se corre el riesgo de poner en peligro a la autoridad civil y sus instituciones.
Indicó también justificar su acción “por la corrupción de las fuerzas policiales” no es suficiente para militarizar el país, sino que debe tomarse como una señal para acabar con la impunidad.
Sicilia aseguró que México “No es un Estado fallido, sino fracturado”, ya que existen fallas al aplicar las leyes que deben proteger a la ciudadanía, prefiere defender instituciones corruptas antes de proteger la vida de las personas y son estas señales las que obligan a reconstruir el entramado social.
“Sus elecciones son ignominiosas”, le dijo Sicilia a Calderón, ya que la destrucción sistemática del tejido social en nombre del capital y del dinero son parte del problemática actual del país.
Indicó que esas decisiones han militarizado el país, generado más violencia, provocado el surgimiento de grupos paramilitares y redundan en la muerte de más mexicanos, “esta militarización ha dejado más muertes, que todos los regímenes totalitarios.
El poeta aseguró que el autoritarismo tiene un rostro más brutal, “el militarismo”; por lo que pidió a Calderón recapacite sobre la necesidad de la civilidad en las autoridades y el verdadero respeto a la ciudadanía.
Citó como ejemplo las declaraciones del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, ante la aparición de 35 cadáveres en Boca del Río; quien dijo que el “crimen no tiene cabida” en la entidad. “No sabemos si aún estamos a tiempo de detener el fascismo, o si la voluntad del gobierno es en verdad buscar la paz”; expresó el líder del movimiento.
Sicilia indicó que se debe focalizar seguridad en la restructuración real, que busque otorgar educación y empleo a los jóvenes, que se demuestre que el Estado prefiere la “prevención y no la represión”, dijo el poeta.
Por ello se debe crear una fiscalía y una Ley de Seguridad Humana, diferente a la de que discute actualmente, y conjuntamente a la legislación la Creación de una Comisión de la Verdad que responda a la necesidad de justicia de las víctimas.
“No tenemos poder ni los buscamos”; dijo Sicilia y exhortó a todos los mexicanos de buena voluntad a integrarse al diálogo que busca construir la Paz en el país a reunirse la noche del 31 de octubre en las plazas públicas.
Pidió que en esa fecha se recuerde a los todos los muertos y se haga patente que los mexicanos ya no quieren más corrupción, violencia y muerte.
Finalmente enumeró sus demandas en cinco puntos entre los que destacan se garantice que los candidatos que participen en las próximas elecciones no tengan vínculos con el crimen organizado, se ponga un alto a la militarización del país, se lleve justicia a las víctimas de todos los casos, ya sea personales o colectivos.
Demandó que se reestructure el tejido social a través de la protección de la población más vulnerable para ser captada por el crimen, como son los jóvenes y la mejor forma es garantizar empleo y educación para todos. Por lo que pidió a los ciudadanos que permanezcan firmen en todas las formas de resistencia pacífica posibles.