Los bibliotecarios ninja también inspeccionan canales de noticias, estaciones de radio y salas de chat de varios países.
7 de Noviembre 2011.- Apegado al guión de la serie estadunidense aPerson of interest, la CIA, mediante los autodenominados bibliotecarios ninja, revisa una gran cantidad de información que la gente pública sobre sí en países extranjeros, rastreando de todo, desde la opinión pública hasta posibles revoluciones dentro de un parque industrial cuya ubicación no se puede revelar.
El esfuerzo del grupo de seguridad da a la Casa Blanca un panorama instantáneo diario del mundo con base en tuits, artículos de periódicos y actualizaciones de Facebook.
El Centro de Fuentes Populares de la CIA revisa 5 millones de tuits por día. Los analistas también inspeccionan canales noticiosos de televisión, estaciones locales de radio, salas de chat, todo aquello a lo que la gente pueda tener acceso y contribuir.
The Associated Press obtuvo acceso, al parecer sin precedente, a las operaciones del centro, incluso una vuelta por sus instalaciones centrales. La AP accedió a no revelar el lugar exacto y a resguardar la identidad de algunos que trabajan allí porque gran parte del trabajo del centro es secreta.
Desde árabe hasta mandarín, desde un tuit indignado hasta un blog juicioso, los analistas recogen la información, a menudo en una lengua autóctona. La comparan con algún periódico local o una conversación telefónica interceptada. A partir de esos datos, compaginan un cuadro que llega a los mayores niveles de la Casa Blanca. Puede ser un atisbo en tiempo real, por ejemplo, sobre el ánimo reinante en una región después de la operación comando que mató a Osama bin Laden, o quizás una predicción de qué nación en el Oriente Medio está madura para una rebelión.
Por cierto, vieron que se estaba gestando la rebelión en Egipto, aunque no sabían exactamente cuándo podía estallar, dice el director del centro, Doug Naquin.
El centro había “pronosticado que los medios sociales en lugares como Egipto podían constituir una amenaza para el régimen”, afirmó en una entrevista.
Esas oficinas de la CIA fueron creadas en respuesta a una recomendación de la Comisión del 11 de Septiembre, con prioridad antiterrorista. El organismo predecesor sufrió cortes de personal en los años 90, algo que la dirección de la CIA prometió tratar de que no vuelva a ocurrir.
Los varios centenares de analistas del centro —la cifra total es secreta— rastrean una amplia gama de temas, incluso el acceso de los chinos a internet y el ánimo prevaleciente entre la población de Pakistán.
Aunque la mayoría de los analistas están en Virginia, también trabajan desde embajadas estadunidenses en todo el mundo para ver más de cerca a sus sujetos.
El análisis del centro se incorpora al informe diario de inteligencia para el presidente Barack Obama de una forma u otra. El material suele usarse para responder preguntas que plantea Obama a su círculo de asesores de inteligencia.
El centro se concentra en el extranjero, aseguró la portavoz de la CIA, Jennifer Youngblood. “La revisión de los medios sociales en el exterior es sólo una pequeña parte de lo que hace esta habilidosa organización. No hay ningún esfuerzo para revisar a los estadunidenses”.
Como director, Naquin es identificado públicamente por la agencia, aunque el lugar del centro se mantiene en secreto para impedir ataques, físicos o electrónicos.
Naquin cree que la próxima generación de medios sociales probablemente serán redes de teléfonos celulares por suscripción como las que los talibanes usan para enviar mensajes entre cientos de seguidores en Afganistán y Pakistán. Esas redes sólo pueden ser penetradas por oficinas técnicas de la inteligencia estadunidense, como la Agencia Nacional de Seguridad, aunque Naquin pronostica que sus colegas hallarán un modo de adaptarse, tal como lo hace el enemigo.
Piden garantizar el derecho de olvido
Autoridades internacionales en materia de transparencia concluyeron que el derecho al olvido en el mundo digital debe considerarse como un derecho fundamental de los ciudadanos.
Durante los trabajos de la 33 Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad que organizó el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), especialistas de varias partes del mundo debatieron sobre los retos de los países en materia de protección de información personal en la red.
El director de la Agencia Española de Protección de Datos, José Luis Rodríguez Álvarez, afirmó que los avances tecnológicos representan un reto para los sistemas encargados de la privacidad.
El funcionario español dijo que es necesario incrementar la concientización de los usuarios, así como lograr un mayor compromiso de los administradores de las páginas web en relación a la privacidad.
Por su parte, el consejero de Privacidad de Google Peter Fleisher dijo que existen derechos, como la libertad de expresión, que deben valorarse y equilibrarse junto con el derecho al olvido, pues explicó que “donde realmente entra la valoración de derechos es cuando se le pide a alguien borrar el contenido de otra persona; entonces, existe un conflicto entre los derechos de expresión y el derecho a la privacidad. Ambos derechos (...) deben estar equilibrados”.
Marie Hélène Boulanger, de la Comisión Europea, señaló que es el usuario quien debe hacerse responsable de la información que está en la red y durante cuánto tiempo ésta se mantiene en ella.