lunes, 31 de octubre de 2011

Construye EU primer cruce automatizado en frontera con México



Conectará un área remota del Parque Nacional Big Bend, en Texas, con la comunidad de Boquillas del Carmen en el fronterizo estado mexicano de Coahuila
31 Octubre 2011.- Estados Unidos inició la construcción del primer cruce internacional automatizado en la frontera con México que con el uso de tecnología biométrica se identificará y permitirá ingresar a la persona desde cientos de kilómetros de distancia.
El cruce internacional conectará un área remota del Parque Nacional Big Bend, en Texas, con la comunidad de Boquillas del Carmen en el fronterizo estado mexicano de Coahuila.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó que en ese remoto lugar, donde la frontera está delimitada por el río Bravo, no se construirá un puente y que el paso de un país a otro se hará mediante el uso de lanchas que serán operadas por un concesionario.
Al desembarcar en la orilla estadunidense, las personas deberán pasar por el “Puerto de Entrada” automatizado en el que agentes aduanales ubicados a cientos de kilómetros de distancia analizarán en forma remota los documentos migratorios.
Estados Unidos opera varios puertos de entrada o cruces internacionales automatizados en áreas remotas a lo largo de la frontera con Canadá, pero este es el primero que operará en la frontera suroeste del país.
De acuerdo con la CBP, la construcción -que inició esta semana- de lo que será la nueva estación de cruce internacional deberá quedar concluida para abril o mayo de 2012.
Por lo general, estos pequeños puertos de entrada tienen la apariencia de una caseta del tipo utilizado por los bancos para albergar cajeros automatizados, aunque más grandes.
Las personas ingresan por una puerta y frente a una ventanilla computarizada, siguen los pasos de identificación sometiendo sus documentos migratorios a lectores de barras y sus dedos a escáneres de huellas dactilares.
Una vez que el viajero ha sido plenamente identificado con la ayuda de la tecnología, un guardia aduanal ubicado quizá en El Paso, Texas, o en cualquier otra oficina de la CBP, autorizará el cruce aplastando un botón que abrirá una puerta que dará acceso a Estados Unidos.
De acuerdo con la CBP, cámaras de video controladas a distancia permitirán vigilar el puerto de entrada en su totalidad.
En caso de que alguna persona intentara eludir el sistema, agentes de la Patrulla Fronteriza que vigilan el área serían alertados.
La estación fronteriza formará parte de un centro de visitantes que vendrá a ser una extensión de los servicios del Parque Nacional Big Bend. Personal del parque estará disponible en el lugar para atender a los visitantes.
El nuevo puerto de entrada permitirá restablecer un flujo de viajeros que quedó interrumpido a consecuencia de las medidas de seguridad asumidas tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Por décadas, los residentes de comunidades como Lajitas y Boquillas en Texas y Boquillas del Carmen, en Coahuila y de Paso Lajitas y San Carlos en Chihuahua, cruzaron sin documentos a pie o en barcas el río Bravo para realizar compras, asistir a la escuela o acudir al trabajo.
También cientos de turistas estadunidenses que visitaban la zona del Parque Nacional Big Bend pasaban a México a fin de adquirir artesanías o para comer en los pequeños establecimientos ubicados del otro lado de la frontera.
Sin embargo, desde mayo de 2002, tras los ataques terroristas, este tipo de cruces fronterizos informales quedaron prohibidos y se reforzó la seguridad en el área.
Las comunidades de uno y otro lado de la frontera, que se habían desarrollado bajo esquemas de colaboración mutua, quedaron separadas.
Ello obligó a que decenas de residentes de estos pequeños pueblos mexicanos tuvieran que viajar unos 150 kilómetros para cruzar a Estados Unidos por el más cercano de los puertos de entrada ubicado en Presidio, Texas.
El tránsito de personas por ese remoto sitio se limita prácticamente a los residentes de la zona y a los turistas que se aventuran hasta el extremo sur del Parque Nacional Big Bend.
Lo apartado del lugar y su difícil acceso por el lado mexicano desalientan que el área sea usada como corredor para el cruce de indocumentados.
También las limitadas carreteras existentes en la parte estadunidense y la vigilancia a la que son sometidas, amilanan a narcotraficantes.
El CBP indicó que la construcción del puerto de entrada se realiza como una concesión al comercio y el turismo en ese remoto sitio.

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