domingo, 8 de mayo de 2011

RETENES MILITARES EN MEXICO, PARA BIEN O PARA MAL.

En los viajes que realizo con frecuencia por las carre
teras  de Chihuahua y Sonora para llevar a cabo mi trabajo periodístico como corresponsal de Sonora, Chihuahua y Texas, debo detenerme pacientemente en los retenes militares instalados en las carreteras que comunican Cd. Juárez, Chihuahua, Janos y Agua Prieta, normalmente ingreso a territorio norteamericano por Cd. Juárez, me detengo en busca de noticias en El Paso, Texas y regreso a casa saliendo por la frontera de Douglas, Arizona, pero en este caso realice el recorrido al revés, ingrese a USA por Arizona, salí por Cd. Juárez rumbo a Sonora, compre en el camino algunos productos menonitas para el consumo familiar y me detuve cargado de paciencia en la larga fila del reten militar ubicado entre Janos y Agua Prieta, donde solo hay 10 elementos militares inspeccionando dos interminables filas de vehículos; en la fila que se hace sobre la carretera, conté 120  tracto camiones de carga esperando ser revisados y en la otra fila donde yo esperaba y que se hace sobre una pésima y peligrosa desviación de terracería, estábamos otra gran cantidad de autos y autobuses de pasajeros esperando turno también para ser inspeccionados. 
Mientras observaba el hastío reflejado en los rostros cansados de los transportistas, algunos con más de ocho horas en la fila, me puse a reflexionar en la absurda manera en que esta situación afecta a la economía del país, sobre todo a las empresas que tienen necesidad de transportar productos perecederos en los calurosos días de verano y cuando el termómetro marca más de 40 grados centígrados en la desértica zona del noroeste del país; por qué razón el gobierno no invierte en infraestructura y equipo para agilizar la revisión de los vehículos que transitan por los caminos de México, o al menos en perros entrenados para detectar sustancias prohibidas, si somos el país de contribuyentes que más impuestos pagamos a nivel mundial y sin embargo también nos cobran peajes en las casetas de cobro de carreteras que se encuentran en pésimas condiciones y no conformes con eso debemos hacer largas filas en los incontables retenes de inspección militar para poder llegar a nuestro destino, como es posible que carezcamos de absolutamente todo lo necesario para viajar tranquila y relajadamente como en otros países. Desgraciadamente nuestros gobernantes solo piensan en política y en llenar sus bolsillos del erario público, no voltean a ver las necesidades más apremiantes de los ciudadanos comunes, que inversionista nacional o extranjero va a invertir en México si no tenemos nada que ofrecer, solo trabas y dificultades.
Pase tres horas haciendo fila antes de que fuera inspeccionado mi vehículo, pero lo más lamentable del viaje aun estaba por venir, cuando los elementos del ejército descubrieron la cámara fotográfica y las identificaciones que me acreditan como reportero y fotógrafo de los medios de comunicación para los que colaboro, inmediatamente comenzó la intimidación por parte de los elementos del ejército, me trataron de manera prepotente, tuve que soportar groserías, quitaron los plásticos que protegen las puertas y las ventanas del vehículo, sacaron los asientos, me vaciaron una caja de herramientas, bajaron los productos menonitas que había comprado para la familia con toda la intención de confiscármelos, fotografiaron el auto completamente desmantelado y desde todos los ángulos a manera de intimidación, no les importo la larga fila de vehículos de vacacionistas que había detrás de mí, por ser semana mayor de semana santa, porque en esta época viaja mucho turismo procedente del Estado de Chihuahua y con destino a las playas de Sonora; ahí estuve detenido bajo los inclementes rayos del sol del medio día a 38 grados centígrados, por el grave delito de “ser corresponsal en México”;  me mantuve firme y sereno durante la inspección, no traía nada prohibido, solo mis tres armas de trabajo, una cámara fotográfica, una libreta y una grabadora, soporte calladamente todas las vejaciones a las que fui sometido y al final manifestaron gran molestia porque tuve el coraje de recoger los productos menonitas que traía, hice valer mis derechos como ciudadano y no permití que me los confiscaran.  
Por supuesto que me amenazaron y me prohibieron tomar fotografías del trafico que había en ese momento en el reten militar, es lamentable como en México es una aberración ser reportero, periodista o fotógrafo de algún medio de comunicación, como es posible que tengamos que soportar este tipo de vejaciones por parte del ejército, me pregunto, como trataran al resto de los viajeros a media noche y cuando no hay testigos, si yo que me identifique plenamente tuve que soportar semejante abuso de autoridad.
Mientras esperaba en la fila me puse a platicar con el chofer de una compañía de gas que conducía un tracto camión con doble remolque, ya tenía ocho horas en la fila a pesar de que este tipo de transportes está exento de revisión por llevar carga peligrosa, se lamentaba de que siempre tenía que esperar varias horas en la fila de revisión exhaustiva, debido a que es imposible para ellos desviarse por la arena del peligroso y pésimo camino de terracería alterno que hicieron para los automovilistas, ya que al intentar bajarse de la carretera corre el riesgo de voltearse y provocar un grave accidente.
Señores gobernantes porque tenemos que soportar los ciudadanos comunes, tanto nacionales como extranjeros, la violación de nuestros derechos humanos y constitucionales de semejante manera con el pretexto de detener la delincuencia organizada que impera en nuestro país,  ya basta, estamos cansados de tanto atropello, mientras la delincuencia organizada cruza libre e impunemente por todo lo largo del país, estamos cansados de tanto abuso de poder, de las pérdidas económicas que provocan a la economía de nuestro país, es una pesadilla viajar de Chihuahua a Tijuana, hay que pasar por los retenes de revisión militar ubicados en Janos, Agua Prieta, Sonoita, San Luis Rio Colorado y el de la Salada en el desierto de Baja California antes de subir la Rumorosa, solo les pregunto cuántos días de atraso provocan a los viajeros tanto de  autobuses de pasajeros como de transportes de carga. Hasta cuando veremos a México salir del abismo de corrupción y delincuencia en el que encuentra.
Felipe Torres
Corresponsal
Sonora –Chihuahua –Texas.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario